Dra. Eyleen Natalia Silva, RIII Pediatría U El Bosque, Comité Editorial GNP

El desayuno es la comida más importante del día. Sin embargo, cada vez más niños la convierten en un refrigerio furtivo o frugal…o peor aún, lo “saltan”.

Hoy en día, es cada vez más notorio que niños y adolescentes no desayunan. Son diversas las razones que se esgrimen detrás de esta conducta. En los más pequeños puede suceder que les brindan teteros abundantes y obviamente, esto les quita el apetito para la hora del desayuno… O simplemente….niños y adolescentes manifiestan que no tienen apetito, la falta de tiempo, carecen del hábito de desayunar todos en la casa, los más grandecitos creen que evitando desayunar o comer…pierden peso, entre otras.

En la actualidad, la causa más frecuente es la falta de tiempo, dada la vorágine en que vivimos, especialmente en las grandes ciudades, acosados por los horarios y por el tráfico. Los papás trabajan y están apurados por salir a cumplir con sus obligaciones y el desayuno ya no es una oportunidad para compartir el comienzo del día, sino un OBSTACULO PARA SALIR DE LA CASA!

 

Todo lo anterior, favorece la ausencia del desayuno o bien, la ingesta de alimentos poco saludables que asociado al desconocimiento sobre los beneficios del desayuno, condicionan la aparición de comportamientos alimentarios inadecuados e impactan negativamente sobre el estado nutricional del niño/adolescente.

Por tanto, para revertir esta situación en aumento, es fundamental destacar algunas evidencias respecto de los beneficios del desayuno:
- Mejora el rendimiento cognitivo
- Genera sensación de bienestar
- Se ha asociado con una mayor ingesta de calcio y de fibra
- Mayor saciedad
- Evita el comportamiento compensatorio de comer y “picotear” durante el resto del día, especialmente alimentos-fuente de grasa.
- Cuando se incluyen alimentos-fuente de fibra durante el desayuno (frutas, vegetales, cereales y harinas integrales), mejora la saciedad y disminuyen los “atracones” en el almuerzo o después de clases.
- Se alcanza un ritmo adecuado en la ganancia de peso, es decir, se logra un peso “saludable” acorde con la edad, el género y la talla (índice de masa corporal, IMC, adecuado o normal).
- Disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular, dislipidemia y se logra una glicemia (azúcar en la sangre) más estable.

Por todo lo explicitado y para reducir la aparición de las alteraciones o trastornos en la conducta alimentaria así como otras enfermedades relacionadas con la nutrición, es preciso implementar la rutina del desayuno no solo en nuestros niños y adolescentes…sino como práctica de familia.

Algunas sugerencias son:
- Servir los alimentos destinados al desayuno o comidas principales en sitios como comedor o cocina.
- Intentar tomar el desayuno o por lo menos alguna comida principal, juntos, en familia. Si bien puede resultar difícil, recuerde que es muy importante programar bien el tiempo, ya que este tipo de actividades son una “real” inversión, en salud física y mental y por sobre todo, en unión familiar y en prevención de situaciones adversas.
- En la medida de lo posible, deje que su hijo participe en la planificación del menú. Hagan una lista de los alimentos que deseen para la semana. Si el niño propone alimentos de escaso valor nutricional, siempre EXPLIQUELE las razones por las que no son tan adecuados, tenga “negociaciones” con ellos e idealmente, solicite la orientación de un profesional.
- Consulte al especialista si sospecha que su niño o adolescente tiene alguna alteración de la conducta alimentaria, para poder intervenir a tiempo y oportunamente.


Si quiere leer más sobre el tema, puede leer
- O'Neil CE, Byrd-Bredbenner C, Hayes D, Jana L, Klinger SE, Stephenson-Martin S. The Role of Breakfast in Health: Definition and Criteria for a Quality Breakfast. J Acad Nutr Diet. 2014; 114(12 Suppl):S8-S26.

- Jackson LW. The Most Important Meal of the Day: Why Children Skip Breakfast and What Can Be Done About It. Pediatric Annals. 2013; 42 (9): e194-e197.