Dr. Santiago Minotta Negret (Residente III de Pediatría, U.  El Bosque) & Comité Editorial GNP

Basado en las Guías de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica  ESPGHAN 2009

1. ¿La Ranitidina es más efectiva cuando se administra cada 8 horas?.

Efectivamente, la Ranitidina disminuye el Indice de Reflujo en un 44% cuando la dosis total se divide y administra 2 veces al  día y hasta un 90%, cuando se administra 3 veces por día.

2. La Ranitidina mejora los síntomas de ERGE y colabora con la resolución de la esofagitis en niños grandes y adolescentes. Sin embargo, se debe ir aumentando la dosis progresivamente, acorde con la respuesta clínica.

La ranitidina tiene como efecto colateral la facilidad de taquifilaxia, por lo que requiere ajustes periódicos de la dosis. Si bien “sirve” no supera a los Inhibidores de Bomba de Protones (IBP).

3. Los  Inhibidores de Bomba de Protones (IBP) ¿son mejoresque los AntiH2 (Ranitidina) para el manejo de la  ERGE?.

Los IBP han demostrado ser superiores a la Ranitidina. A la vez,  producen curación mayor y más rápida de la esofagitis que los AntiH2. Su uso crónico no produce taquifilaxia. Pueden administrarse una sola vez al día pero antes de las comidas para no alterar su biodisponibilidad. Recientemente, la FDA aprobó el uso de IBP en menores de 6 meses.

4. Los IBP son seguros en pediatría.

Los IBP pueden generar algunas reacciones idiosincráticas aunque, en general, no presentan efectos adversos graves.

5. ¿Son útiles los procinéticos en la ERGE?.

La cisaprida mostró una reducción significativa del IR pero no de los síntomas. Dado que su uso se ha asociado con el síndrome de QT prolongado, su implementación se ha restringido. Al comparar Metoclopramida con placebo, no hubo diferencias en la disminución de los síntomas en niños con RGE; en pruebas con pHmetría se observó reducción del IR pero no su normalización y además, disminuyeron los síntomas diarios pero se asoció con efectos adversos significativos.  La domperidona mejora los síntomas pero NO mejora el reflujo gastroesofágico, es el medicamento con menor número de efectos adversos. El Betanecol tiene una mayor incidencia de efectos adversos. El uso de Eritromicina no se ha comprobado para el manejo del RGE ni de la ERGE. El Baclofen mejora el vaciamiento gástrico, sin embargo, presenta un buen número de efectos adversos.

La ESPGHAN no aprueba el uso rutinario de estos medicamentos.

6. ¿Son útiles los antiácidos y/o el sucralfate?.

Si bien los antiácidos podrían ser útiles, se requieren dosis muy altas para que sean efectivos como parte del tratamiento de la esofagitis péptica en niños de 2 a 42 meses. Los preparados comerciales con alginato podrían mejorar la frecuencia y la severidad de los vómitos en lactantes (comparados con placebo), pero su uso prolongado puede generar trastornos electrolíticos, estreñimiento y/o diarrea. El sucralfato se une a la mucosa expuesta en las erosiones pépticas, sin embargo,  no hay evidencia suficiente respecto a seguridad y eficacia en su uso para el tratamiento de la ERGE en niños.  La ESPGHAN no lo recomienda como monoterapia en los síntomas severos o en los casos de esofagitis erosiva.  

7. La cirugía antireflujo ha mostrado resultados contradictorios respecto al pronóstico y calidad de vida, por tanto,  las indicaciones dependerán del análisis acucioso en cada caso.

La Fundoplicatura de Nissen, como manejo quirúrgico de elección, se basa en la disminución del reflujo por aumento de la presión en la base del Esfínter Esofágico Inferior, reduce el número de episodios de relajación transitoria del Esfínter Esofágico Inferior y la presión durante la deglución, induce relajación, aumentando la longitud del esófago, acentuando el ángulo de Hiss y disminuyendo la hernia hiatal, cuando está presente. Este procedimiento NO corrige la depuración esofágica de base, el vaciamiento gástrico u otros trastornos de motilidad gastrointestinales. Algunos pacientes pueden presentar molestias posoperatorias por ejemplo, más de 2/3 de los pacientes tienen recurrencia de síntomas como dificultad en expulsar eructos, distensión abdominal, disfagia y vómitos. Por otro lado, pueden recurrir los síntomas; la tasa se fracasos aumenta a menor edad del paciente.

En niños menores de 4 años se observó que la cirugía antireflujo mejora los episodios respiratorios pero no disminuye el número de hospitalizaciones en niños con patologías neurológicas de base.

El procedimiento por laparoscopia disminuye morbilidad, acorta días de estancia hospitalaria y algunos problemas perioperatorios frente al procedimiento convencional, no obstante, este último, presenta menor tasa de reintervención quirúrgica.