Nuestro organismo tiene dos cerebros, el sistema nervioso central y las células nerviosas del intestino. Estos dos sistemas nerviosos están conectados entre sí y tienen una comunicación bidireccional. Les compartimos el siguiente testimonio que apoya el concepto de una mejoría de síntomas neurológicos cuando se favorece un buen funcionamiento del sistema digestivo.

 

Testimonio

Jose María tiene 10 años, es un niño feliz, deportista, inteligente, expresivo, amable, lleno de cualidades y de vida. En diciembre del 2012, empezó con episodios de vómito y dolor de cabeza, los cuales se incrementaron con el tiempo. En febrero del 2013, después de varios de estos episodios, entramos a urgencias, y empezamos a buscar la causa de esta situación. Durante dos meses, estuvimos en exámenes y en citas médicas con diferentes especialistas (neurólogo, otorrinolaringólogo, gastroenterólogo, etc.). Aparentemente, los resultados de los exámenes no mostraban nada grave, pero sentíamos, dada la persistencia de la sintomatología, que algo no andaba bien.

Por lo anterior, decidimos consultar a un equipo de manejo interdisciplinario. Varias cosas me impactaron y quiero compartir con Ustedes la experiencia que hemos tenido al ser pacientes de un equipo multidisciplinario.
1. Al pedir la cita me enviaron un formato por mail, para llenar un diario de comidas de todo lo que Jose María había comido los últimos tres días antes de la cita. Yo pensé que era una mamá muy consciente de la buena alimentación (después me di cuenta que no tanto!!)y por qué tenía que hacer esta tarea?
2. Durante la consulta, varios especialistas, en gastroenterología, pediatría y nutrición, escucharon atentamente mi historia y lo que estaba sucediendo con Jose María.
3. Revisaron cautelosamente todos los exámenes que tenía y me realizaron preguntas desde el embarazo, hasta la fecha.
4. Cuando José María finalmente fue examinado, mi sorpresa fue cuando nos contaron que “hay estreñimiento crónico severo” y “que el colesterol y los triglicéridos están altos para su edad! Mi respuesta fue, ¿qué tenemos que hacer? El abordaje terapéutico implicó “un cambio total en la alimentación de Jose María”, y eso significó, al tiempo, un CAMBIO EN LA ALIMENTACIÓN DE TODA LA FAMILIA.

Llevamos 4 meses trabajando en la alimentación y logrando cambios en los hábitos de Jose, introduciendo vegetales (no los probaba y yo me tranquilizaba dándole sopa a diario…), frutas, aumentando el consumo de fibra en general, mejorando la calidad en la ingesta de sus grasas y disminuyendo las fuentes alimentarias de azúcar. Ha sido un proceso difícil pero muy enriquecedor, toda la familia ha colaborado y somos conscientes de que los nuevos hábitos en Jose nos están ayudando a todos a comer sanamente. Hace una semana llegamos a control con nuevos laboratorios y cuál fue la sorpresa, Jose Maria logro bajar los triglicéridos en un 70 % y logró bajar el colesterol a un valor que es adecuado para su edad, sumado a que nunca más tuvo dolor de cabeza, mareos y/o ese dolor tan fuerte de su barriguita.

Es decir, logramos cumplir la meta que hace 4 meses nos pusimos de tarea. En conclusión, Jose María ha mejorado, y ha crecido no solo físicamente sino como persona, como ser humano, demostrándose a si mismo que todo se logra con esfuerzo, siendo consciente de su salud y su alimentación. Espero mediante este testimonio, ayudar y motivar a tantas familias, que a veces no entienden la importancia de la alimentación de los niños hoy por hoy.

Helena de la Concha