Consejos de salud y nutrición
¡Mucho cuidado! No hay que confundir una fórmula infantil a base de arroz con “leche de arroz”
Comité Editorial GNP
Las bebidas con base en vegetales como arroz, soya, almendras…son BEBIDAS…no son leches ni fórmulas infantiles.
No reemplazan a la leche materna ni a la fórmula infantil y son muy pobres en términos de vitaminas, minerales, proteínas.
Estas bebidas están al alcance de todo público y en ocasiones son indicadas por profesionales de la salud.
Las mal denominadas “leches” de vegetales como arroz, almendras, coco, soya o de avellanas… no son “leches ni fórmulas infantiles”, son “bebidas”, fuentes de “carbohidratos-azúcares” con bajo contenido de nutrientes como vitaminas y minerales, proteínas de bajo valor biológico….es decir, no pueden ser bien utilizadas por el organismo.
Opuesto a la creencia popular….estas bebidas NO REEMPLAZAN a la leche materna ni a las fórmulas infantiles, cuando la leche materna no es factible. Tampoco sirven para la prevención o el tratamiento de alergia.
Por el contrario, su implementación en el menor de 2 años, puede promover la desnutrición, hipoalbuminemia, anemia, osteoporosis y complicaciones más graves que incluso, pueden determinar la hospitalización del niño.
En resumen, estas bebidas ricas en azúcar, cuyas proteínas no responden a las necesidades del niño/a en crecimiento, no están enriquecidas con vitaminas y minerales y además, contienen algunas “sustancias” que obstaculizan la DISPONIBILIDAD DE NUTRIENTES a nivel del intestino, y por tanto, impactan negativamente en el crecimiento, especialmente en la formación ósea y por ende, en la talla, sobre la formación de los glóbulos rojos, entre muchos aspectos que se pueden mencionar.
Puede leer más en
Koletzko S, y cols. “Diagnostic Approach and Management of Cow’s-Milk Protein Allergy in Infants and Children: ESPGHAN GI Committee Practical Guidelines”. J Pediatric Gastroenterol Nut 2012; 55: 221–229.
Le Louer B, et al. Conse´quences nutritionnelles de l’utilisation de boissons ve´ge´tales inadapte´es chez les nourrissons de moins d’un an (Severe nutritional deficiencies in young infants with inappropriate plant milk consumption). Archives de Pe´diatrie 2014; 21: 483-488.
Consejos para reconocer los malestares de la barriga del bebé
Una de las principales preocupaciones de los padres son los problemas asociados a la digestión en los bebés. Son tan comunes que se cree que alrededor de una tercera parte de los pequeños presentan una o más molestias de este tipo. Las más frecuentes son cólicos, estreñimiento, reflujo gastroesofágico y diarrea. Generalmente, surgen en el primer año de vida y, con más frecuencia, en los primeros seis meses de edad. “El cólico tiene un pico a las 6-8 semanas, y desaparece hacia los cuatro o cinco meses de edad. Para ver el texto completo haga click aquí
Participación del Dr. Wilson Daza
Información publicada en www.abcdelbebe.com
Tiempo frente a la tv, adiposidad y riesgo cardiovascular en niños y adolescentes
Comité Editorial GNP
En los últimos años, las tabletas electrónicas, los jueguitos, el computador y el televisor han reemplazado al fútbol, las escondidas, el lazo, el básquet, los juegos en el parque…entre otras.
Este cambio ha colaborado con el retraso del lenguaje y del desarrollo psicomotor en los niños, pero primordialmente, con una vida más sendentaria coadyuvante de múltiples comorbilidades como obesidad y enfermedades cardiovasculares, que rápidamente se erigen a más temprana edad.
En el 2011, un estudio evaluó la relación entre la presencia del televisor en el cuarto y horas dedicadas a la tv, frente a la adiposidad abdominal, visceral, reserva grasa total así como riesgo cardiometabólico en niños y adolescentes. Se reunieron 369 niños y adolescentes de ambos géneros, de 5 a 18 años de edad, a quienes se valoró circunferencia abdominal, tensión arterial, perfil lipídico, glicemia, reserva grasa por densitometría ósea, adiposidad visceral y abdominal por resonancia magnética nuclear. Se concluyó que la presencia del televisor en el cuarto se relacionaba con mayor aumento de la adiposidad abdominal, reserva grasa total, riesgo cardiometabólico e hipertrigliceridemia. Asimismo, el tiempo dedicado a mirar tv, 5 horas ó más, se asoció con mayor adiposidad visceral.
Como padres, cuidadores, educadores y profesionales de la salud debemos orientar e insistir en el “retorno” al ejercicio y diversión con “actividad” por lo menos una hora diaria, tal como lo señala la Academia Americana de Pediatría (AAP) y permitir como máximo 2 horas al día de actividades de “pantalla”.
La asociación de una alimentación saludable con la actividad física adecuada favorece un menor riesgo de patologías prevenibles.
Para leer más, puede revisar Staiano A, et al. “Television, Adiposity, and Cardiometabolic Risk in Children and Adolescents”. Am J Prev Med. 2013; 44(1): 40–47.
Una mirada al inodoro
Dra. Liliana Consuelo Franco Vásquez, RIII Pediatría Universidad El Bosque- Comité Editorial GNP
Respecto del hábito intestinal de los niños... Aunque hagan "popis" a diario, pueden tener algún transtorno gastrointestinal como por ejemplo, estreñimiento.
Para el caso de lactantes, el cambio en la consistencia del popis o cuando hay deposiciones duras, especialmente desde el nacimiento, pueden hacer sospechar una enfermedad importante.
Se ha demostrado que la forma y consistencia de las deposiciones varía acorde con el tipo de alimentación, hidratación, edad, género (masculino-femenino), uso de medicamentos o suplementos, estilo de vida, actividad física, entre otras.
Conducta alimentaria saludable, un desafío desde la infancia
Dra Marisol Sánchez Palacio, Residente III Pediatría Universidad El Bosque -Comité Editorial GNP
El primero y el segundo año de vida son trascendentales para el desarrollo de hábitos alimentarios saludables, y en ese sentido, papás, familia y cuidadores son los principales promotores y responsables.
Algunos consejos básicos en este proceso de enseñanza que implica la alimentación diferente a la “leche” son:
1. La premisa fundamental para comenzar con la alimentación diferente es la “madurez” neuromotora del niño, el niño/a es capaz de sostenerse, sostener su cabecita, su tronco, abrir la boca, entre otras.
2. Ambiente de alimentación: La alimentación se debe realizar en el comedor, con su loza, sin distracciones como Ipad, música, juegos, tv, entre otras.
3. En la medida que vamos avanzando con la alimentación, debe irse desmontando el biberón como tal.
4. La leche (materna o fórmula) constituirá solo parte de la alimentación (entre el 75 y el 50 %), ya no será la “reina” de la alimentación del niño/a.
5. Es fundamental involucrar al niño en el proceso de alimentación, teniendo en cuenta los sentidos, tacto, vista, olfato y gusto, para favorecer que él/ella los conozca, los acepte e incorpore. SE AMIGUE!
6. Permitir que el niño toque y se unte con los alimentos, intente llevárselos a la boca. SIEMPRE CON UN ADULTO JUNTO A EL/ELLA.
7. EVITAR QUE LA ALIMENTACION SEA MONOTONA…!
8. Brindarle una alimentación variada, integrando progresivamente diferentes alimentos, colores y sabores.
9. Aunque el niño/a no tenga “dientes”, esto no impide avanzar en la alimentación y con texturas.
10. Debe fomentarse la “masticación”, aunque solo parezca un masajeo con encías tal como el movimiento que hace un camello o una llama al comer…
11. La higiene de los alimentos y preparaciones, de la vajilla, de las manitos del bebé, son un aspecto clave para evitar enfermedades relacionadas con los alimentos.
Puede leer más sobre el tema en Ortiz, H. Nueva clasificación de los desórdenes alimentarios. Precop Programa de educación continuada, Sociedad Colombiana de Pediatría. 2011; 10 (4): 44-58.
Los jugos en exceso, un enemigo en casa
Dra. Liliana Consuelo Franco Vásquez, RIII Pediatría U. El Bosque- Comité Editorial GNP
El consumo de jugos aumenta los síntomas gastrointestinales, como por ejemplo, dolor abdominal, flatulencia (meteorismo) y diarrea.Esto se relaciona con el contenido de azúcares de las frutas, entre ellos sacarosa, fructosa, glucosa y sorbitol, que son absorbidos en el intestino delgado. Cuando se consumen cantidades excesivas de esos jugos, incluso naturales (sin adición de panela, miel o azúcar de mesa), los azúcares no absorbidos pasan al colon (intestino grueso) donde las bacterias los fermentan y se producen gases responsables de distensión, dolor y flatulencia. A su vez, el alto contenido de azúcar en la “luz” del intestino, interfiere con la absorción de otros nutrientes de la dieta, impactando negativamente en el crecimiento del niño.
Para leer más sobre el tema, vea "The Use and Misuse of Fruit Juice in Pediatrics”.
Pediatrics 2001; 107: 1210-1213.
(http://pediatrics.aappublications.org/content/107/5/1210.full)