microbiota intestinal -enfermedad celiaca-bogota-gastropediatra-Durante los últimos años, múltiples investigaciones han destacado la importancia de la microbiota intestinal con una variedad de funciones como: defensa del huésped contra patógenos, maduración, mantenimiento y  función del sistema inmune, entre otras.

Cuando existen estados de “disbiosis” (alteración en número y/o composición de microbiota) se pueden desarrollar algunas enfermedades, como las de origen autoinmune.

Para el caso de las enfermedades detonadas por el gluten, se ha postulado que algunos microorganismos activan vías proinflamatorias, disminuyendo la tolerancia al gluten y promoviendo el inicio de la enfermedad.

En estos individuos, se ha documentado disminución de Bacteroides spp., Bifidobacterium spp. y Staphylococcus spp, a su vez, alteración en las concentraciones de metabolitos (ácidos grasos de cadena corta) y moléculas (α-defensinas, TLR2, TLR4) implicadas en las interacciones entre la microbiota y el huésped.

Si quieres leer más visita:

Sanz Y. Microbioma y gluten. Ann Nutr Metab 2015;67(2):28–41

Juliana Del Rosario García Morales, RIII Pediatría – Universidad El Bosque – Comité Editorial GNP.

Antes de utilizar un tratamiento farmacológico para el “reflujo gastroesofágico”, es FUNDAMENTAL que el pediatra o el gastroenterólogo pediatra distingan si se trata de reflujo gastroesofágico, que es un proceso fisiológico “normal” en el primer año de edad,  o de una enfermedad por reflujo que causa síntomas que impactan negativamente en la calidad de vida del paciente, como pobre ganancia de peso, dolor al comer, atoramiento,  anemia, entre otras.
La “enfermedad por reflujo gastroesofágico” a diferencia del “reflujo gastroesofágico fisiológico” si requiere del uso de medicamentos que frenan la producción del ácido gástrico y que ayudan con el control de los síntomas.
Por lo anterior, la recomendación es acudir al pediatra si el bebé presenta vómitos para que con la historia clínica y el examen físico determine si se trata de reflujo gastroesofágico fisiológico o enfermedad por reflujo. No debes implementar tratamiento sin autorización del pediatra.

Si quieres leer más sobre el tema, puedes mirar:

1.    Vandenplas Y, Rudolph CD, Di Lorenzo C, Hassall E, Liptak G, Mazur L, Sondheimer J, Staiano A, Thomson M, Veereman-Wauters G, Wenzl TG, North American Society for Pediatric Gastroenterology Hepatology and Nutrition, European Society for Pediatric Gastroenterology Hepatology and Nutrition. Pediatric gastroesophageal reflux clinical practice guidelines: joint recommendations of the North American Society for Pediatric Gastroenterology, Hepatology, and Nutrition (NASPGHAN) and the European Society for Pediatric Gastroenterology, Hepatology, and Nutrition (ESPGHAN). J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2009;49(4):498-547.
2.    Davies I, Burman-Roy S, Murphy MS; Guideline Development Group. Gastro-oesophageal reflux disease in children: NICE guidance. BMJ. 2015:14;350.
3.    Keung C, Hebbard G. The management of gastro-oesophageal reflux disease. Aust Prescr. 2016 Feb;39(1):6-10

La enfermedad celiaca es una enteropatía autoinmune crónica influenciada por factores genéticos y ambientales. El único tratamiento disponible para los individuos afectados es una dieta “libre de gluten”.
Momento de introducción del gluten en niños con riesgo y riesgo de desarrollar enfermedad celiaca, concluyéndose que el momento de la introducción del gluten en la dieta del lactante no influye sobre el riesgo de desarrollar enfermedad celiaca. El gluten debe introducirse con las  recomendaciones generales para iniciar la alimentación complementaria del lactante. En niños sin predisposición genética para enfermedad celiaca, el momento y modo de introducción del gluten, tampoco influye sobre el riesgo de adquirir la enfermedad.

Si quieres leer más visita: Chmielewska A et al.Prevención primaria de la enfermedad celiaca: factores ambientales con un enfoque sobre la nutrición temprana. Ann Nutr Metab 2015;67(2):43–50

gastropediatra gastroenterologo pediatra

La fibrosis quística (FQ) es la causa más frecuente de insuficiencia pancreática exocrina en la infancia. Tres de cada cuatro pacientes con FQ tienen algún grado de afectación pancreática y como consecuencia, una digestión incompleta de los nutrientes, especialmente de grasas y vitaminas liposolubles.

Participación de  Dra.Silvana Dadán y  Dr.Daza

Información publicada en http://www.igastroped.com.br/el-pancreas-exocrino-en-la-fibrosis-quistica-diagnostico-de-la-insuficiencia-pancreatica/

Comité Editorial GNP

Basado en: Kohler LN, Garcia DO, Harris RB, et al. “Adherence to Diet and Physical Activity Cancer Prevention Guidelines and Cancer Outcomes: A Systematic Review”. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2016; 25(7):1018-28.

Múltiples estudios han señalado que los hábitos de alimentación poco saludables, la falta de actividad física, el exceso de alcohol, el tabaquismo y un peso corporal inadecuado, podrían explicar más del 30% de los casos de cáncer.  
Investigadores de la Universidad de Arizona y la Sociedad Americana de Cáncer revisaron estudios publicados en los últimos 10 años sobre la adherencia a las guías de prevención de cáncer, que incluían sujetos de 25 a 79 años de edad al inicio de la investigación.
Del análisis de los resultados se concluyó  que las buenas prácticas alimentarias y la actividad física  disminuyen significativamente, entre 10% y 61% la incidencia de cáncer y la mortalidad global;  principalmente la incidencia del cáncer de mama (19% -60%), el endometrial (23% -60%) y el cáncer colorrectal en hombres y mujeres (27% -52%).
Como profesionales de la salud, es indispensable y obligatorio fomentar el consumo de vegetales y frutas, cereales integrales, carnes blancas, tomar abundante agua, evitar el consumo de carnes frías, embutidos y comidas rápidas, así como promover el ejercicio, para contribuir con la prevención de esta enfermedad.

Dra. Juliana Del Rosario García Morales, RIII Pediatría, Universidad El Bosque, Comité Editorial GNP

Si su hij@ sufre estreñimiento, es posible que el médico tratante haya implementado un laxante como parte inicial del tratamiento. Los laxantes más seguros y eficaces son aquellos con base en Polietilenglicol,  ellos “atraen” agua en el intestino grueso. Si bien el laxante es parte importante del tratamiento inicial, NO es el único pilar para su abordaje.
La base para la mejoría y lograr estabilidad depende de cambios en el estilo de vida del niñ@, incluyendo una alimentación saludable, con alimentos fuentes de fibra tales como vegetales, frutas, granos, consumo abundante de agua y ejercicio físico.
La meta es que el laxante SOLO apoye los primeros meses del tratamiento y pueda “descenderse” la dosis hasta su completa suspensión, siempre bajo estricta supervisión del gastroenterólogo o pediatra.

No obstante….lo anterior, depende exclusivamente del control del estreñimiento y de la ADHERENCIA A LOS CAMBIOS NECESARIOS EN ALIMENTACION Y EN ACTIVIDAD FISICA, que garanticen que al suspender el laxante el niñ@ no volverá a presentar estreñimiento.  
Este tipo de laxantes descritos NO crean dependencia. En principio son una “ayuda” para suavizar el popis y mejorar su frecuencia…
La gran finalidad del tratamiento del paciente con estreñimiento crónico es que uds, como familia, logren comer saludable, tomen agua y que el niñ@ practique algún deporte. Estos tres pilares permitirán el control del estreñimiento y de todos los síntomas molestos que le acompañan.

Si quieres leer más sobre el tema, puedes mirar
1.    Gordon M, Naidoo K, Akobeng AK, Thomas AG. Cochrane Review: Osmotic and stimulant laxatives for the management of childhood constipation (Review). Evid Based Child Health. 2013; 8(1):57-109.
2.    Tabbers MM, DiLorenzo C, Berger MY, Faure C, Langendam MW, Nurko S, Staiano A, Vandenplas Y, Benninga MA; European Society for Pediatric Gastroenterology, Hepatology, and Nutrition; North American Society for Pediatric Gastroenterology. Evaluation and treatment of functional constipation in infants and children: evidence-based recommendations from ESPGHAN and NASPGHAN. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2014; 58(2):258-74.
3.    Koppen IJ, Di Lorenzo C, Saps M, Dinning PG, Yacob D, Levitt MA, Benninga MA. Childhood constipation: finally something is moving! Expert Rev Gastroenterol Hepatol. 2016;10(1):141-55.