Comité Editorial GNP
Los síntomas gastrointestinales son comunes en la infancia. En algunos casos son síntomas fisiológicos, en otros, son manifestación de alguna patología subyacente. El Reflujo Gastroesofágico (fisiológico), es decir, los episodios de regurgitación de contenido gástrico hacia el esófago, se puede presentar hasta los 12 meses de edad y no alteran el ritmo de crecimiento ni tienen otros síntomas importantes en el/la niñ@; mientras que la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE), puede aparecer temprano en la vida, o son vómitos que inician en etapas tardías (después de los 12 meses de edad), se asocia con complicaciones digestivas y/o extra digestivas y/o con alteración en la calidad de vida del paciente.
El manejo farmacológico de primera línea para la ERGE está constituido por los Antagonistas de Histamina tipo 2 (AH2) y por los Inhibidores de Bomba (IBP), estos últimos sólo para mayores de un año, según la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) y la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (NASPGHAN). Los proquinéticos y los antieméticos, NO REEMPLAZAN la terapia de primera línea y en algunos casos, SOLO SIRVEN para el alivio de los síntomas.
Cohen y colaboradores, hicieron una búsqueda en la literatura de enero del 2003 a diciembre del 2012, para evaluar los efectos secundarios del uso de medicamentos para la ERGE. Entre los hallazgos, mencionan que por lo menos 23 % de los pacientes tratados con AH2 y 34% de los tratados con IBP presentan algún síntoma secundario. En ocasiones, estos efectos se desconocen porque son vómito, irritabilidad, náuseas que muchas veces se relacionan con la misma enfermedad y no con efecto secundario a los medicamentos.
También, se ha visto que en pacientes con inmunodeficiencia pueden aumentar la tasa de infecciones nosocomiales o la presentación de Enterocolitis Necrotizante. Otros efectos descritos son estreñimiento y cefalea, este último difícil de evaluar en los lactantes. Respecto a otros medicamentos, como los proquinéticos, la metoclopramida se ha asociado con somnolencia, inquietud y reacciones extrapiramidales en un tercio de los pacientes. La Academia Americana de Pediatría recomienda que estos medicamentos NO SE USEN DE RUTINA para el manejo de la ERGE, porque el reporte de estos efectos secundarios es cada vez mayor.
Teniendo en cuenta los efectos secundarios asociados a la terapia farmacológica para ERGE, es imperioso que su uso sea racional. En nuestra práctica diaria, al evaluar cada niñ@ debemos preguntarnos:
1. ¿El/La niñ@ presenta síntomas y signos de Reflujo Gastroesofágico o de Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico?
2. ¿El/La niñ@ presenta síntomas y signos de otra enfermedad digestiva?
3. Si El/La niñ@ tiene ERGE y requiere uso de supresor de ácido: ¿Qué edad tiene? ¿Cuánto dura el tratamiento (tiempo)? ¿Qué dosis y horario se utilizará? La respuesta a estas preguntas ayudará a elegir el manejo más adecuado para cada niñ@.
Si quiere leer más, consulte
1. Cohen S, Bueno de Mesquita M, Mimouni FB. Adverse effects reported in the use of gastroesophageal reflux disease treatments in children: a 10 years literature review. Br J Clin Pharmacol. 2015; 80(2): 200-208.
2. Vandenplas Y, Rudolph CD, Di Lorenzo C, Hassall E, Liptak G, Mazur L, et al. Pediatric gastroesophageal reflux clinical practice guidelines: joint recommendations of the North American Society for Pediatric Gastroenterology, Hepatology, and Nutrition (NASPGHAN) and the European Society for Pediatric Gastroenterology, Hepatology, and Nutrition (ESPGHAN). J Pediatr Gastroenterol Nutr 2009; 49(4):498-547.